top of page

El vínculo, el eje del cambio del mundo.



El vínculo ha sido definido como la predisposición del niño(a) para buscar proximidad y contacto con una figura específica de apoyo, cuidado y protección, especialmente en situaciones de miedo, cansancio o enfermedad. Por lo cual el niño(a) actúa como el buscador y el cuidador como proveedor, no al contrario, y el niño aprende a buscar a los cuidadores que han estado disponibles física y emocionalmente y que confía seguirán estando disponibles.


El vínculo se desarrolla desde temprano en la vida, así los padres, en su mayoría, sienten cercanía por sus bebés aún antes de que estos nazcan y este sentimiento aumenta con el nacimiento al ver las características del bebé. Sin embargo, los bebés no nacen apegados a sus cuidadores y los primeros 6 meses el apego no es selectivo, por lo cual los bebés aunque reconocen diferentes cuidadores, sonríen y sostienen la mirada tanto a los familiares como a otros. Hacia los 7 a 8 meses los bebés aumentan el reconocimiento de extraños y muestran incomodidad con estos, por lo que les cuesta separarse de sus cuidadores más cercanos. Con el inicio de la marcha independiente, sobre el año de vida, los bebés exploran lejos de la figura de apego y regresan a ella para buscar seguridad. Luego de los 20 meses los bebés se hacen más independientes y empiezan a comprender que los cuidadores tienen deseos diferentes a los suyos.


Virtualmente todos los niño(a)s forman vínculos con sus cuidadores, sin embargo para que se desarrolle el vínculo, los niño(a)s deben tener suficiente interacción con el otro, es decir que el cuidador debe estar disponible, comprender las necesidades del niño(a) y suplirlas, pero tambien debe permitirle distanciarse y explorar el ambiente. El equilibrio entre lo descrito permite un vínculo seguro. Otros tres tipos de vínculo han sido descritos: el inseguro-evitativo, inseguro-ambivalente y el desorganizado. En el vínculo inseguro-evitativo, el cuidador se mostraba poco sensibles o rechazantes a las necesidades del niño(a), por lo cual este no lo percibe como una figura de seguridad ni confianza; en el vínculo inseguro-ambivalente, el cuidador se mostraba en ocasiones sensible, cálido y suple las necesidades del niño(a) y en otras situaciones hacia todo lo contrario por lo cual el niño(a) no sabia que esperar de su cuidador; en el vínculo desorganizado, el cuidador es contradictorio la mayor parte del tiempo, suple poco o nulamente las necesidades del niño(a), por lo cual hay distanciamiento del niño y conductas contradictorias.


El vínculo es importante ya que influye en las relaciones sociales de la persona durante toda la vida, tanto en las relaciones amistosas como en las románticas. Un vínculo seguro permite unas relaciones basadas en la confianza, la comprensión y el cuidado, sin tener dependencia emocional en estas, por el contrario los vínculos inseguros hacen que el individuo no logre confiar en el otro, constantemente se siente rechazado o espere esto. El vínculo en la infancia tambien es importante dado que ayuda a predecir el vínculo que se desarrollara cuando se ejerza la maternidad o paternidad.


Por ultimo en mayores alteraciones de la formación del vínculo, se pueden presentar dos tipos de trastornos, el del vínculo reactivo y desinhibido o puede existir riesgo de otros trastornos emocionales, del comportamiento o de la personalidad.


Como vimos el vínculo es la base de un mundo con personas sanas, confiables, amorosas. El adecuado desarrollo del vínculo puede cambiar el mundo.

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page